Como ya sabréis, soy un gran fan de la serie de Solid Snake.
He jugado a la mayoría de sus entregas (las cuales son pocas) y todas me han
encantado. Sin embargo, MGS2 no me ha resultado tan alucinante como otros juegos.
Os voy a dar mis razones en el análisis:
Los gráficos son fantásticos. Sobretodo teniendo en cuenta
que este juego salió en 2001, solo un año después del estreno de la ya mítica
PS2. Los modelos de los personajes están muy logrados, las escenas de historia
son geniales y los escenarios son comparables a los de Hollywood. Es sin duda
toda una revolución, sobretodo si pensamos que solo pasaron tres años de su
predecesor tan poligonal. Aun hoy en día se mantiene.
La jugabilidad es quizás donde se nota más la antigüedad de
este título. Como primero, no podemos mover la cámara, lo cual es una cosa
imprescindible en un juego totalmente 3D. Además, el sistema de disparo es muy
malo. Primero tienes que pulsar R1, después apuntar (que ya os digo yo que
cuesta) y disparar con Cuadrado. Para entonces, ya te habrán disparado alguna
vez.
El sonido es fantástico, porque es básicamente de película,
el creador de la banda sonora es Harry Gregson-Williams. Probablemente no lo
conozcáis por el nombre, pero es el creador de bandas sonoras como Shrek o las
crónicas de Narnia. Además, el trabajo de doblaje sigue siendo un clásico
durante esta entrega.
Como toda entrega de Metal Gear, sabemos que va durar
bastante, así que he decidido analizar mejor la historia. Me han gustado todos
los argumentos de esta franquicia menos éste. La diferencia es clara: Raiden.
Snake es sin duda un crack y uno de los mejores personajes del mundo de los
videojuegos y no poder casi utilizarlo es una gran pena. Además, el propio
Raiden no me gusta nada.
Gráficos: 10/10
Jugabilidad: 8/10
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Sonido: 10/10
Historia: 8/10
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Total
9/10
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Entre los Metal Gear, para mí, este es el peor. Pero, como
podéis adivinar por la nota, sigue siendo un gran juego. Si te gustan los
videojuegos, tendrías que probarlo como mínimo una vez.
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