He estado mirando las noticias
japonesas durante la semana pero no he conseguido encontrar ninguna curiosa.
Han estado muy ocupados con los problemas de Siria y también con los nuevos
datos económicos, que por suerte son positivos. Pero no os quiero hablar de
estos temas por dos razones: la primera porque no quiero aburriros y la segunda
porque tampoco entiendo mucho del tema. No quiero pifiarla dando información
incorrecta.
Sin embargo, no os voy a dejar el
domingo sin artículo en Acento Joriri. Para compensar, voy a analizar una
película del gran maestro Kitano, Hana-bi, también llamada flores de fuego. Si
os tengo que ser sinceros, antes de ver esta película solo había visto una de
Takeshi Kitano, “el Verano de Kikujiro”. Mi padre me dijo que la obra del
director japonés es bastante fuerte en relación con la violencia. No podría
estar más de acuerdo con mi progenitor, porque al ver Brother… digamos que ya
he visto bastantes dedos cortados, aunque eso no quita que es una gran
película. Por suerte he conseguido encontrar una película más ligerita, la cual
voy a analizar.
Empezaremos por la trama de Hana-bi.
Takeshi interpreta a un policía japonés llamado Nishi, quien se enfrenta a tres
problemas. El primero de todos es su mujer, que debido a problemas de salud
(leucemia) en unos meses fallecerá; el segundo es un compañero que se encuentra
deprimido al convertirse en minusválido después de recibir un tiro en la pierna
y el último tiene que ver con problemas económicos relacionados con los yakuza,
los mafiosos japoneses. Como veis, está claro que es un drama de los buenos.
El largometraje se divide básicamente
en dos partes con cuarentaicinco minutos cada una. La primera sirve como
introducción, para que puedas saber el porqué de la minusvalía del compañero de
Takeshi, de la enfermedad de su mujer y de donde saca el dinero para pagar la
deuda a los yakuza. Aquí es donde veremos más disparos y muertes, pareciéndose
a otras películas del género del mismo director. También podremos ver escenas
muy divertidas, relacionadas con un desguace. Además, podremos ver a Takeshi
disfrazado de policía, solo por eso ya merece la pena.
La segunda parte trata básicamente
sobre los últimos días en pareja de Kitano y su mujer. En mi opinión estos son
los mejores minutos de la película. Son tiernos, bonitos y muy graciosos. En
muchos casos me recuerdan al verano de Kikujiro y eso es una cosa fantástica.
El final es muy emotivo pero no digo nada para no fastidiaros la sorpresa.
No soy precisamente el único a quien
le encanta esta película. A parte de algunos premios nacionales, también ha
recibido el famoso León de Oro del Festival de Venecia en 1997. Es reconocida
como una de las mejores obras de Takeshi Kitano y también juntamente con
Sonatine establecieron su carrera como director.
Me he llevado una sorpresa muy
agradable con esta película. Creía que me iba a encontrar con una del género
yakuza, como es tradición. Sin embargo, lo que realmente he visto ha sido una
película graciosa y emotiva. Si alguna tiene que superar a la fantástica “el
Verano de Kikujiro” sería esta.
Si os ha gustado este artículo,
también podéis visitar:
El verano de Kikujiro:
Mis cinco actores japoneses
favoritos:
http://acentojoriri.blogspot.com.es/2013/06/mis-cinco-actores-japoneses-favoritos.html
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