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martes, 5 de noviembre de 2013

Slam Dunk - Heat Up!

Como os dije hace unos días, he empezado a ver la serie Slam Dunk y tengo que admitir que pocas veces he estado tan enganchado a una serie. Solo os digo que vi los primeros episodios el sábado pasado y ahora, una semana y un día después, ya voy por el episodio número cincuenta y seis (cada uno dura unos veinte minutos). Ahora, no puedo decir que sea un tiempo mal invertido, porque el anime es simplemente magnífico, pero eso lo dejo para cuando haga su análisis.

Hoy estoy aquí para hablar de uno de los videojuegos que la serie tiene, concretamente la tercera entrega para Super Nintendo, o más bien Super Famicom porque es exclusivo del país nipón. ¿Por qué he escogido el tercero y último juego? Básicamente porque viendo escenas de cada uno creo que este es el más interesante de todos. ¿Ha tenido mi instinto razón? ¡Vamos a averiguarlo en un nuevo tipo de análisis que he utilizado en los últimos artículos, es decir, más largo que una película de indios! Por esa razón ahora hay menos publicaciones…

Justamente cuando entramos en el juego, nos encontramos con tres posibilidades: un modo historia, partido rápido y creación de torneos. En el primero podremos vivir el desarrollo de la serie jugando con el Shohoku. Alberga todos los partidos del torneo provincial y avanza exactamente como en la serie: por ejemplo, en el primer partido amistoso contra el Ryonan no podrás jugar todavía con Miyagi y Mitsui, porque no estarán presentes hasta el siguiente partido contra el Miuradai. Me parece una idea fantástica y es una buena manera de recordar los diferentes eventos del anime.

En el segundo apartado podremos jugar un partido rápido, donde podrás escoger cualquiera de los ocho equipos posibles, ya sea contra la máquina o con otro jugador. También podrás cambiar otras opciones, como el tiempo del partido, perfecto para momentos cortos en los que no puedes perder cuarenta minutos.

Por último, la opción más interesante de todas que es la formación de torneos. Puedes escoger cualquiera de los equipos del modo partido rápido y organizar enfrentamientos entre todos estos. Si no te gustan los emparejamientos del modo historia, puedes organizar tu mismo el torneo provincial. Y eso es básicamente lo que nos ofrece el juego. Como podéis ver no está nada mal, bastante largo para un juego de baloncesto de aquel entonces.

Algunos fallos en la jugabilidad
Sin embargo, si la jugabilidad no es aceptable, el juego puede ser un fracaso. En el caso de “SD Heat up!”, en la gran mayoría de apartados pasa la prueba, pero en otros necesita una gran mejora. El objetivo del estudio era crear un simulador de básquet lo más realista posible, pero naturalmente con Super Famicom eso era muy complicado. No podemos comparar 16 bits con los gráficos en alta definición actuales. Por eso, decidieron utilizar un poco de irrealismo tipo NBA Jam, para poder eludir algunos detalles, ya que el baloncesto es un deporte muy difícil de representar gráficamente. Eso está presente en muchas características del juego, como por ejemplo, la medida de los personajes es mucho más pequeña, con cabezas teniendo el mismo tamaño que los cuerpos en sí. Sin embargo, al mismo tiempo, las reglas del juego siguen siendo las mismas y se pueden utilizar diversas estrategias defensivas y ofensivas.

Problemas de pase
Se lo curraron bastante a la hora de crear las bases del juego, pero lamentablemente en diferentes factores no tuvieron la misma brillantez y fastidiaron un poco el resultado final. El peor punto quizás es el control de los pases, que está completamente roto. El pase siempre va dirigido al jugador más cercano, aunque apuntes en cualquier dirección. Por esa razón, imaginaros un contrataque, en el cual queráis pasar la pelota a un compañero que está justo debajo de la canasta. Pues bien, pulsas el botón de pase y sorpresa, justamente aparece un compañero tuyo por detrás. Siguiendo la regla, el balón irá para el jugador más cercano y si además tu has atravesado el medio campo y tu compañero no, te pitarán campo atrás y perderás la posesión. Puede parecer muy tonto, pero creedme, me ha pasado un montón de veces y en los partidos donde solo pierdes de uno o dos puntos te acuerdas perfectamente de este tipo de errores.

Además he encontrado otras imperfecciones, como que los jugadores saltan demasiado alto o que los robos son demasiado comunes, pero tampoco os quiero dar una imagen completamente negativa del juego, porque no es “injugable”. También tiene otros puntos buenos que me han hecho disfrutar realmente del título.

Explicado todos los pros y contras del juego, ahora vamos ya por apartados.

Gráficos: fieles al anime
Los gráficos hacen su función perfectamente. No es que sea una pasada ni son revolucionarios como Star Fox, pero los jugadores son completamente reconocibles (y muy bien hechos por cierto) y el campo de juego está bastante bien. No hay ninguna queja en este apartado.

Jugabilidad: ambiciosa pero con algunos problemillas
En cuanto a la jugabilidad, ya os he echado el sermón antes. Tiene puntos negativos importantes, pero los positivos equilibran la balanza. Además, hay que tener en cuenta que se han tomado decisiones bastante complicadas y que por aquel entonces no es que hubiese una gran experiencia en relación con la creación de simuladores de básquet. Por eso, no me he atrevido a darle mala nota, porque no se lo merece.

Sonido: sintonías a veces pesadas
Después tenemos el sonido, que puedo decir exactamente lo mismo que con los gráficos: cumplen su función. Si tengo que decir algo, creo que las canciones que aparecen en los partidos están bien, pero al final son un auténtico agobio porque se van turnando según estés atacando o defendiendo y os tengo que recordar que los partidos duran cuarenta minutos… Lo que quiere decir que se tiene que escuchar esas dos canciones turnándose una y otra y otra vez durante casi una hora.

Duración: sorprendente para un simulador deportivo
Y por último (y ya me callo) tenemos la duración. Como he dicho antes, tenemos tres modos, siendo los tres muy diferentes y graciosos y además hay multijugador, así que te podrás pasar tiempo con este juego, sobretodo si eres fan de la serie.



En general, “Slam Dunk Heat Up!” no está nada mal. Tiene sus problemas, relacionados con la jugabilidad y las limitaciones de la consola, pero puede ser una buena elección para los seguidores del baloncesto y sobretodo para los fans del anime.

Si os ha gustado este artículo, también podéis visitar:

Avance de Slam Dunk:
http://acentojoriri.blogspot.com.es/2013/10/slam-dunk.html

Selección de canciones IX (Especial Halloween):

sábado, 26 de octubre de 2013

Slam Dunk


Hace unes semanas os recomendé una serie llamada Yuyu Hakusho. Pues bien, hoy os sugiero una serie que también daban en la época dorada del canal catalán K3 llamada Slam Dunk. Si os gusta el básquet o simplemente buscáis un anime entretenido y con una calidad de imagen exquisita, ya podéis empezar a ver Slam Dunk.

La temática es la siguiente: la serie gira entorno a un chaval de quince años llamado Hanamichi Sakuragi que entra a un nuevo instituto (bachillerato para los japoneses) llamado Shohoku. El pobrecillo nunca tiene éxito con las chicas, aunque ahora ha conocido a Haruko Akagi, a quien le encanta el baloncesto y se siente muy cómoda hablando con él. Para impresionarla, Sakuragi decidirá unirse al equipo de básquet del instituto, aunque no tiene ni idea de como es el deporte. Conforme va avanzando la serie, irá involucrándose más en el mundillo baloncestístico y empezarán a participar en diferentes tipos de torneos, aunque eso lo dejaremos para otro día. En general, tiene como principales temas la comedia, el deporte y sobretodo la capacidad de superar los límites de uno mismo.

¿Cuáles son las razones que hacen de Slam Dunk un gran anime? En mi opinión, la principal característica es la gran calidad artística que tiene. Los personajes tienen todo tipo de detalles y están muy bien hechos y los escenarios tienen una gran calidad. Es incluso mejor que YuYu Hakusho, en la cual también contamos con un gran nivel. Los movimientos en los partidos son muy fluidos y realistas, aunque se dice que son incluso mejores en el manga (tendré que leérmelo, porque al parecer es como si estuvieses viendo un partido en la realidad).

Y otro punto a favor de la serie es que es muy realista. No os penséis que estamos ante un “Oliver y Benji” versión baloncesto. Sí que es verdad que hay episodios donde se hacen pocas jugadas de un partido, pero los movimientos como he dicho antes son muy realistas y, en general, es muy fiel al propio deporte. El baloncesto es una de mis aficiones secretas y os puedo asegurar que he visto bastantes partidos de la NBA, así que no os habla una persona que lo único que sabe es que hay que botar el balón.

El único punto débil de la serie, y no es culpa suya, es su dificultad de verla. Os dejo un enlace donde podréis descargarla, pero os advierto que ocupan bastante (175 MB cada uno) y además está solo en catalán. La he estado buscando por YouTube, pero solo he encontrado capítulos sueltos.


Aquí acaba el artículo de hoy. Tengo planeado que al comienzo de esta semana publicaré algunas publicaciones especiales de Halloween, así que estad atentos a Acento Joriri. Mañana publicaré una noticia japonesa.