Análisis de L.A. Noire

Esta vez, RockStar Games nos presenta un videojuego totalmente diferente a Grand Tefth Auto o Red Dead Redemption. Nos coloca en la ciudad de Los Angeles dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Seremos Cole Phelps, un detective novato héroe de guerra, estrella de plata. Pasaremos por cuatro departamentos: tráfico, homicidios, anti vicios e incendios. El juego más o menos pasa por una estructura lineal, resolviendo casos, descubriendo cosas del pasado de nuestro detective y de vez en cuando, cambiando de departamento.

A mí, personalmente, este juego me ha encantado; sin embargo, nos encontramos a un título parecido a Metal Gear: te puede gustar, u odiarlo plenamente. Diciéndolo bien claro: no os esperéis tiroteo pleno, porque os va a decepcionar. Es una joya para quien pueda comprenderlo, pero para el que no, le va a parecer una porquería. Para ir cerrando casos, se recurre a diversos procesos: búsqueda de pruebas, interrogatorios, persecuciones (por coche o corriendo), ir de incógnito y finalmente, si las cosas se ponen feas, se recurre a la violencia.

Donde destaca más es en los interrogatorios. El Motion Scan es una maravilla. Para los que no sepan que es, se trata de un aparato el cual se le pone una persona y capta sus movimientos, diciéndolo vulgarmente. Los interrogatorios se convierten en uno de los mejores factores del juego. La ambientación es perfecta y los casos son muy interesantes.

Lo único negativo que le veo es que en la búsqueda de pistas, los documentos están en inglés y la traducción suele ser bastante lenta.

Gráficos: 2/2 Jugabilidad: 1,75/2 Dificultad: 2/2	Música: 1,75/2 Innovación: 2/2
Total: 9,5

Lo repito. Un juego para gente que ya sabe a que va a jugar. Es un juego que no se puede comprar solo por ver el logo de RockStar y creer que es un Grand Tefth Auto. Sin embargo, a la gente que ya lo sepa, le va a encantar.